Nuestro verano se caracteriza por altas temperaturas y olas de calor que superan los 40 grados, incluso a la noche. Este escenario nos obliga a tomar cuidados para evitar descompensaciones, sobre todo en adultos mayores.

 

Lo que se recomienda siempre en primer lugar es mantener el cuerpo bien hidratado tomando más agua que de costumbre. No hace falta esperar a tener sed, hay que tratar de tomar entre 2 y 3 litros diarios.

 

Otra medida es evitar exponerse al sol en horario de 10:00 a 16:00, debido a que los rayos ultravioletas son mucho más intensos en esta franja. Estar en lugares cerrados y sin ventilación tampoco es aconsejable.

 

Para los que tienen piscinas, se recomienda estar en un lugar bajo sombra y evitar la exposición prolongada al sol. También aplicar protector solar de factor elevado para prevenir quemaduras, aún cuando el día esté nublado.

 

De la misma manera se aconseja usar ropa ligera, preferiblemente colores claros y holgadas. En cuanto a la alimentación, evitar abusar del alcohol, las frituras y otras comidas elevadas en calorías, en cambio, tratar de incrementar la ingesta de frutas y verduras.

 

En caso de realizar actividad física y sentir síntomas como mareos, náuseas, escalofríos, desvanecimiento,, interrumpir la actividad y consultar inmediatamente al médico.

 

Un dato importante es prestar especial atención a los grupos más vulnerables que son: niñas y niños, personas mayores, con obesidad y quienes estén bajo medicación, principalmente por problemas del corazón.

 

Síntomas de un golpe de calor:

 

● Dolor de cabeza

● Sed intensa

● Debilidad muscular

● Náuseas y vómitos

● Respiración agitada

● Irritabilidad

● Aumento de la sudoración y la temperatura corporal

● Piel fría y húmeda